Acabo de leer este texto en barrapunto.com y parecía que estaba hablando por mí. Pero hay matices. Por favor, leedlo antes de seguir.
Estoy de acuerdo en la sensación de soledad. Por eso tenemos fama de introvertidos, o mejor, de gremiales. Buscamos deseperadamente el contacto con otros informáticos porque entre nosotros nos comprendemos, comprendemos lo que cuesta hacer tal o cual cosa. Esa es otra cosa en la que estoy de acuerdo: no se nos valora. Poca gente hay capaz de hacer lo que hacemos nosotros por la mierda que se nos acostumbra a pagar. Es como si te dijeran: para trabajar aqui, mierdecilla, quiero que seas un pringao que vuelvas a estudiar toda tu puta carrera en dos semanas y, además, ser el puto amo en esto que tienes que aprender. ¡Ah, y por dos perras! O si no, aire, que ya contrataré a otro pringao para que haga esto. ¿Quién contrata a un ingeniero civil para que olvide todo lo que sabe sobre construcciones usando hormigón o lo que sea, y que en dos semanas aprenda todo lo que se debe saber sobre la edificación con mondadientes y colillas gastadas? Si no te gusta, aire, que ya contrataremos a un camarero que lo haga.
Pero tambien tiene sus cosas buenas, o si no seríamos todos unos masoquistas con el mono. ¿Y la satisfacción que da ver cuando tu primer starfield funciona? ¿Y cuando ves tu primer objeto renderizado rotando? No lo puedes compartir con los demás que te rodean, es cierto, y una felicidad no compartida es como unas natillas sin canela. Pero la sensación de poder es sublime. Hace poco la pude revivir con la GBA. No tanto como la primera vez, pero...
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