viernes, 23 de junio de 2006

Mocos de Buda

Ya que estamos hablando últimamente de comestibles y bebestibles, os quiero hacer partícipes de uno de los productos que más me sorprendieron durante mi breve estancia en Japón. Cuando visité el inmenso Buda del templo de Todai-ji, en la ciudad de Nara (y cuando digo inmenso es porque es enorme, el más grande de Japón), dentro de la gran estructura que le daba cobertura había una columna con un agujero considerable en la base, tan grande que se podía atravesar la columna de cuclillas. De hecho, esto es lo que hacían todos los escolares de las excursiones ("Hello! Hello!", qué majos) mientras un adulto les sacaba fotos al asomar al otro lado.
Según me comentó mi amiga Clavel, la leyenda dice que ese agujero fue tapado por un moco de Buda, que él mismo ubicó dentro. Qué majo el Buda, se me ocurrió pensar en ese momento. Y los niños tienen la costumbre de pasar por allí, que ella también lo hizo en su día.
¿A qué viene esto? ¿Qué tiene que ver con alimentación? A la salida del templo pude ver en una tienda adyacente donde se vendía todo tipo de productos relacionados con el templo un postre llamado Daibutsu-sama no hanakuso, es decir, "moco de Buda". Es como una especie de Ferrero Rocher gigante ("bravo Ambrosio!"), y aunque no supieras japonés, la etiqueta es ya de por sí bastante descriptiva.
¿Por qué no me lo compraría en su día? ¡Si vuelvo a Nara, me lo pienso comprar y me lo como!

1 comentario:

  1. entre la oreja de evander holyfield y el moco de buda, no se no se...aqui en españa que tendriamos, las tetas postizas de carmen de mairena?
    como me rio con tus entradas antiguas, que crack!

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