lunes, 24 de abril de 2006

ganguro! (ガングロ、顔黒)

Como la vida nipona va a mil por hora, las modas son muy pasajeras. Para que un fenómeno social o mediático dure, debe tener una horda de seguidores incondicionales y que vean su estilo de vida original tan modificado que abandonarlo suponga abandonar su propia esencia como individuo. Algo así es lo que sucede con las ganguro.
El movimiento ganguro surgió por los noventa en los barrios tokiotas de Ikebukuro y Shibuya, zonas donde el bullicio juvenil y las tribus campan a sus anchas (junto con los gothic, lolita y demás urban fashion de Harajuku). Hay dos marcas de identidad de las ganguro: su aspecto físico y su carácter. Físicamente las ganguro visten de forma muy estrafalaria, con plataformas, sombreros vaqueros muy grandes o diademas llenas de flores, vestidos muy cortos y de aspecto muy veraniego o floreados y con colores muy chillones (verde, rosa, amarillos), llenas de pulseras y de collares, como el que va a un carnaval de Nueva Orleans. Importantísimo el móvil, pequeñito pero lleno de los purikura que se hace con sus amigas y de colgantes que lo convierten en engorroso de llevar en la mano. Lo más llamativo es su cara: tienen un bronceado casi cancerígeno, a lo Julio Iglesias, que además maquillan con tonos blancos o muy claros, y los ojos contorneados de negro, para que destaque aún más. Un asquito que da gloria verlas. El pelo suelen teñirlo de colores también claros para que destaque más el tono de piel. Se supone que la cantante Amuro Namie (la verdadera estrella del pop de los 90, ahora más decantada por los ritmos hip hop de estilo norteamericano) involuntariamente fue inspiradora para los tonos bronceados del rostro de las ganguro, en contraposición con el prototipo de belleza femenina japonés, de rostro níveo y cabellos oscuros. El estilo Amuro fue modificándose posteriomente y exagerándose con maquillajes claros, degenerando hasta el look ganguro.
El comportamiento de una ganguro es más bien rebelde, consumista y superficial. Las ganguro son escandalosas, desobedientes y compradoras compulsivas de accesorios, bolsos, gafas de sol, ropa en su línea... En los institutos siempre son las gamberras que se sientan atrás del todo, se pasan el dia enviándose sms, se saltan las clases, fuman en los aseos o hacen novatadas a las chicas nuevas. La verdad es que asustan un poco.
Me gusta mucho ver cosas sobre las ganguro, no porque apruebe su comportamiento ni su estilo estético. Es por su resistencia. A pesar de los años, el movimiento se mantiene firme. Aunque ya no crece mucho el número de ganguros, se mantiene vivo gracias a publicaciones periódicas y a un sinfín de productos de las que son consumistas empedernidas. Hasta hay un manga (Peach Girl) inspirado en el mundo ganguro.
Para los que piensen que los japoneses son todos iguales y cuadriculados... ahí va eso.

2 comentarios:

  1. Hola! solo queria decir que el movimiento kogalero esta muy extendido ya por el mundo. Aqui en espeña, concretamente, ya somos muchas las chicas kogal y muchos chico ikemen. aun que nos falta mucho para ser como ellas, por algo se empieza ;)

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  2. O.O...para mi que las chavas de japon se ven mejor asi naturalitas no?

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