Un comentario del sempai Ale al post anterior haciendo referencia a un artículo, escrito por David Marx en el blog clast, se me antoja de lo más revelador en la actitud económica actual de los japoneses. El artículo original lo tenéis aquí.


En 1853 una avanzada norteamericana de buques militares a vapor al mando del comodoro Perry amenazó a Japón con una invasión en toda regla si no abría los puertos al comercio estadounidense, cerrados desde casi trescientos años antes excepto a holandeses y chinos (en su línea, qué traviesillos son estos yanquis, no tenían ni cien años de historia y ya iban marcando maneras). Los japoneses se lo hicieron encima al ver el poderío de aquellos barcos militares y lo retrasados que estaban ellos respecto del extranjero. Es lo que se conoce como kurofune (黒船, los barcos negros). Por el vergonzante (para los japoneses) tratado de Kanagawa, tuvieron que ceder a las peticiones de los recién llegados. Aquello agravó la situación ya de por sí pésima del Imperio y empobreció más si cabe el clima político, donde un conjunto de jóvenes samurai comenzaron a conspirar contra el decrépito gobierno central del Bakufu (impuesto desde finales de la Edad Media) y provocaron años despues la Revolución Meiji.
Lo que he destilado del post de David Marx es que aún se vive de forma económicamente xenófoba en Japón, y se etiqueta de kurofune a cualquier producto de procedencia extranjera que se introduzca agresivamente en Japón en entornos de mercado dominados por productos nacionales. Por ejemplo, la misma Leah Dizon del post escrito ayer, se trata de un barco negro. Y como en su día pude oir al gran precursor español del aprendizaje del japonés, Torres i Graell: "tú podrás hablar perfectamente japonés, podrás conocer las costumbres mejor que cualquier nativo, podrás llevar media vida conviviendo entre ellos... pero siempre serás un gaijin".

Seguramente sin aquellos barcos negros Japón seguiría anclado en la Edad Media. Aquel despertar a base de jarro de agua fría terminó fortaleciendo a los del solnaciente.
ResponderEliminarchuso> yo creo que sólo fue una chispa que precipitó las cosas algo más. Pero el ambiente ya estaba muy crispado, el sistema del Bakufu hacía aguas por todos lados, los samurais estaban más que endeudados con los comerciantes y burgueses (la clase más baja, sólo por encima de los eta) y se formaban revueltas y facciones políticas. Esto antes de los buques negros. Los americanos tan sólo fueron un catalizador.
ResponderEliminarPero los tíos se catapultaron enseguida al primer mundo... son unos craks, los nipones...
ResponderEliminarjugones!
pues no señor, yo nunca sere un gaijin, cojones...para que sirve ser ya un GAÑAN de puño y letra herida!
ResponderEliminarpelao> Eres (Ga)^2, GAñan GAijin... Y si te sale un hijo así, habrá que quererlo, digo yo
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