
Es un tópicazo la falta de creatividad por esas longitudes: cuando un turista venía aquí haciendo fotos hasta a las tapas de las alcantarillas, sabíamos que en realidad se trataba de espías ávidos de formas y sensaciones, con el oscuro propósito de copiar, mejorar, fabricar en serie y vendernoslo más barato. Joer, que maquiavelos... Pues no! A ellos también se le ocurren cosas chungas. Lo que pasa es que, como siempre tienen que rizar el rizo y muchas ganas de llamar la atención (si es que no se pueden hacer restricciones a la natalidad y que la mayoría sean hijos únicos), pues ya se sabe... locuras a go-go.
Para comenzar, imaginad que estáis en medio de una oficina japonesa, a la hora del almuerzo, y véis que el compañero de al lado se ha traído para comer...¡sushi! Jo, los hay que van sobrados (el sushi es caro, no es un bocata de mortadela...). Como hay gusa, cogéis una porción y os la lleváis a la boca. Resultado: dos empastes a freir monas. Si es que se trataba de una memoria flash USB!! Si te hubieras fijado en el puerto...
Sí señores, en su afán de originalidad suprema, en Japón se ha popularizado todo tipo de dispositivos USB. Y aún no he comenzado con los USB que nada tienen que ver con los ordenadores... Esa es otra mejor.
Jajajaj, al menos estos no huelen a pescado...¿Y qué culpa tienen las monas para que haya que mandarlas a freír? XD
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