Me lo ponen difícil. Estoy intentando que el blog sea lo más actualizado posible, pero no me resulta nada fácil. El jueves tuve que salir corriendo para los madriles porque tenía una posibilidad (se supone que hasta esta noche es una posibilidad, hoy me notificaban si era una realidad o no, pero aquí no me dicen nada) de conseguir una habitación, compartiendo piso con un chico y una chica. Lógicamente, me querían conocer así que cogí el primer autobús y me presenté. Ahora la pelota está de su lado... Tras pasar noche en en piso de Adler, regreso a Benidorm a la tarde-noche siguiente. Y el sábado tuve que acompañar a mi chica a una excursión con sus amigas, compañeros de clase y algunos capullos del cuerpo docente, a una conocida zona de interesante valor ecológico de la provincia, para regresar al día siguiente. Tú me dirás, Nicolás, si me lo ponen fácil o no.
La escapada me vino bien, porque hacía tiempo que no hacía ninguna rutilla y siempre me mola quemar botas. Pero me supo a poco: aquel grupo de urbanitas estaba con la lengua fuera a los cinco minutos de comenzar, y la guía apurada porque íbamos con el tiempo contado. Lo realmente interesante vino aquella misma tarde y noche.
Por un lado, un grupo de alumnas-putones-pelotas-zorrones que sólo pretendían hacerle la rosca al profe. ¿Qué ha sido de aquello de aprobar estudiando? ¿Los métodos han cambiado tanto? Claro, en mi carrera, con tal escasa densidad de féminas entre tanto friki (los profesores incluidos) aquello resultaba anecdótico, a la par de apercibido: ¿cómo era posible que aquellas chicas sólo se maquillaran y llevaran minifalda en Febrero, despues de los exámenes y durante las fechas de revisión? Sospechoso. Pero es que ahora se han inventado las excursiones! Ahora el peloteo y, digamos "otras artes", se realizaban con tal descaro que lo raro era no apercibirse.
Por otro lado, aquel individuo, triste, muy triste. Despues de acojonarme con su forma de conducir en una zona de montaña y con placas de hielo, el hecho de querer sentirse el héroe o tan sólo la estrellita del evento, me hacía sentir náuseas. Un señor ya entrado en años (aunque eso es indiferente) borracho y empetado como un adolescente en su primer botellón, repitiendo hasta cuatro veces chistes sin gracia porque se pensaba que no le escuchábamos, y era simplemente que no tenían gracia (y ya tenían que ser malos, para que ni siquiera la troupe de cepillotas se esforzaran por esbozar una sonrisa), y dirigiendo miradas de desaprobación al que no le hacía la reverencia (léase un servidor y algunas personas un poco más normales y de mejor gusto) lloriqueando un poco de atención. Sí, sí: el profesor. Patético. Y mira que me mordí la lengua. Los que me conocen saben que, cuando alguien me cae realmente como el culo puedo llegar a ser muy desagradable a base de sarcasmos. Pero como podía haber terceras personas perjudicadas, me mordí tanto la lengua que pensaba que iba a morir envenenado con la de ponzoña que se acumuló al final de la experiencia.
Provechoso, no lo sé. Divertido, a ratos. Interesante, bastante. No llegó a la categoría de bizarra, pero sí me alejó de la concepción de lo que hasta ahora consideraba "realidad". Supongo que sigo siendo un romántico.
Regresé cansado, con sueño, desanimado y sin ganas de hacer nada. Por favor, disculpadme, pero es que ya véis: no me lo ponen fácil. Espero mañana abrir con buenas noticias!
Bueno, ya veo que tu fin de semana desde el jueves ha sido más que movidito, aunque el mío tampoco ha sido manco, jeje.
ResponderEliminarLo que es triste es hasta dónde ha llegado la Universidad y los méritos para aprobar una asignatura, ya no es lo que era, macho. Bueno, espero que te guste este mi primer (aunque no último) comentario en tu blog. Un abrazo. Chan.
Holaa!!
ResponderEliminarJeje, nosotras estuvimos alli...y somos testigos de aquella penosa situación. Ya desde el principio, como siempre, los méritos fueron para otros...( que por cierto solo habían desenvolsado su acomodado dinero), no es que esperabamos que nadie nos diera las gracias,pero vamos...un pequeño gesto...no estaba de más.
Pero el colmo de todas las chulerías (porque hubieron muchas...) es cuando una persona por el hecho de ser diferente, tuvo que pagar al resto su bebida y encima pagarse ella misma su comida..cosa que el resto no hizo, ni siquiera le dejaron comprarse una misera botella de agua..( "si quieres agua, del grifo¡").
Resumiendo, seguimos estando en un mundo diferenciado en status y pelotas, donde a los primeros se les paga la borrachera con el mejor vino y a los segundos se le cede el privilegio de poder tener el "placer" de descorchar una botella a su lado..y al que no le guste..que no mire y que se calle...porque ya se sabe, quien habla...se acaba comiendo todo la mierda...pero bueno, hay algunas que nunca aprenderemos.
Asi que ya estamos esperando el próximo lío, porque nuestra tendencia hacia ellos es directamente proporcional y es que nunca cambiaremos.
Frases como "recordarme que la próxima vez que se me ocurra algo me calle" seguirán por mucho tiempo...
Meli y Ana ( ¿Quién se apunta al próximo lio?, jeje)