Primero, Navidad: tiene excusa.
Segundo, me puse a hacer una versión en Visual Basic.NET de mi resolvedor de sudokus. Me tiré como dos horas en implementarlo y casi dos días en hacer depuración, pensando que no funcionaba. ¡Y lo que pasaba es que el ejemplo que utilicé de traza estaba mal hecho y no tenía solución! Y para eso me tiro no-sé-cuántas horas mirando, y probando, y cagándome en la madre que parió a todos los sudokus... Para luego acabar cagándome encima del periodista que hizo el sudoku en la página de pasatiempos del diario. Qué cariño más profundo que les tengo a todos.
Tercero, error de novato. El día 26 recibí de un antiguo colega de trabajo una felicitación navideña por el messenger, y sabiendo que acababa de llegar de unas vacaciones en Brasil, va y me dice "mira las fotos" y con una dirección terminada en .exe. Yo que pienso "ostia, un exe, va a ser que no", y comienzo a vacilar. Pero a la que pienso "oye, y si ha comprimido las fotos en un autoextraible?" y caigo en el error de hacer clic. Conclusión: un troyano que comienza a meter baza por todas partes, se reenvia a todos los colegas que tenían el messenger abierto y me jode todo el sistema. Error de los de pollo. Acabo ahora mismo de restaurar el sistema, configurar el antivirus y el antispy. Pero, ¿de que sirve tener una puerta superblindada si, llegado el momento, yo mismo le abro la puerta a los problemas? Esto me pasa por confiado. Por confiado e imbécil.
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