Los que hayáis disfrutado de unas vacaciones de una magnitud... digamos "poco corriente", y seáis unos enfermos de la red como yo, os habrá pasado a veces lo que a mí en estos días tan señalados que acabamos de atravesar.
Pasas las horas en compañía de los tuyos, en un lugar donde ni tienes conexión, ni parece que haya nadie lo suficientemente solidario ni lo suficientemente inconsciente como para lanzar su wi-fi al aire sin proteger (de hecho, tampoco las hay protegidas). Ir a un ciber... no me mola pagar a tanto la hora por algo a lo que estoy acostumbrado a disponer, por horas y horas, pagando lo mismo. Ir a una biblioteca con wi-fi... puede valerle al Pelao, pero yo me siento cohibido, y no porque vaya a ponerme a ver guarrerías por un tubo (que también, a estas alturas del blog ya no engaño a nadie), es que pierdes esa libertad, esa intimidad, ese "soy uno con la pantalla". Ir a casa de un amigo... lo mismo. Aparte, para un rato que lo puedes ver tras varios meses, no es para gorrearle el ancho.
Pasas las horas en compañía de los tuyos, en un lugar donde ni tienes conexión, ni parece que haya nadie lo suficientemente solidario ni lo suficientemente inconsciente como para lanzar su wi-fi al aire sin proteger (de hecho, tampoco las hay protegidas). Ir a un ciber... no me mola pagar a tanto la hora por algo a lo que estoy acostumbrado a disponer, por horas y horas, pagando lo mismo. Ir a una biblioteca con wi-fi... puede valerle al Pelao, pero yo me siento cohibido, y no porque vaya a ponerme a ver guarrerías por un tubo (que también, a estas alturas del blog ya no engaño a nadie), es que pierdes esa libertad, esa intimidad, ese "soy uno con la pantalla". Ir a casa de un amigo... lo mismo. Aparte, para un rato que lo puedes ver tras varios meses, no es para gorrearle el ancho.
Así pasan los días, y yo desesperado, y la red, la red contestando: "más mails, más mails, más mails". Llega el momento fatídico en que vuelves a tu entorno habitual, accedes a tus buzones de email y ¡PLAS! te empiezas a sentir como una basura porque no has contestado a tus amigos, conocidos y demás cuadra online cuando se acordaron de tí y ocuparon unos minutos de su valioso tiempo en mandarte una felicitación graciosilla, un powerpoint jocosete o simplemente escribir unas lineas personalizadas (éstos los valoro más que ninguno). Valga este post a modo de disculpa.
Y no sólo las misivas virtuales, sino el abandono que viene sufriendo "Pepe vente..." desde mediados de Noviembre. Eso sí me duele, porque disfruto al construirlo un poco cada vez que puedo. Y pretendo conseguir su continuidad, a pesar de las adversidades a las que me vea envuelto. Más ahora, cuando va a ir sufriendo una mutación importante y un pequeño cambio de nacionalidad.
Ya os iré avanzando algo...
Todos pensábamos que estabas traduciendo la biblia del msx al cristiano...
ResponderEliminar¡¡no me digas que te vas a especializar en Madagascar, y vas a abandonar a los del sol naciente...!!
Buuuf no me hables que se me quemo la tarjeta grafica antes de vacaciones y casi me creí perdido, pero una donación desinteresada y un poco de aprendizaje y ya estaba on line
ResponderEliminarlas vacaciones duras, el regreso mas suave de lo esperado, pensabamos que te habias perdido, bienvenido al que no se fue de espiritu, a ver que lias en pepe......
Gracias por manteneros a la espera!
ResponderEliminarTan lejos como a Madagascar no, pero quizá más.
mutacion al loro! joder que guay! por cierto, estoy semidesnudo en la biblioteca, y un par de niñas de 4(de esas que le gustan al chuso....) me estan tocando las bolas...quiero decir,me tienen hasta el moño, mirando lo que estoy escribiendo...menos mal que tengo a san petete en la pantalla protectora.....oaby, good to have you back, better to back you up! eso al japo, rapo, yeeeee!
ResponderEliminarPEdoLAO, deja a las niñas que esta penao. Eso te pasa por sentarte en la zona infantil :P
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