miércoles, 14 de noviembre de 2007

La vida con o sin frikis

Hace algunos días, alguien cercano a mi entorno laboral tuvo la fortuna de decirme esta frase: "Tú es que eres un poco friki". Me quedé pensativo, por si debía considerarlo un insulto o por el contrario un halago. Y me permití contestarle con un "friki no, más bien algo insatisfecho". Os lo digo porque no tengo tanta categoría como para denominarme friki. Ni mucho menos.
A lo largo de estos últimos años hemos convertido un concepto difuso en una palabra comodín. Parece como si decir a alguien "raro" fuera un insulto, o tememos que se vea ofendido, y parece más cool tratarle de "friki". Porque hay algunos matices. A cualquiera que sea un poco salmón en esta vida de convencionalismos, se le llama friki. Veamos unos cuantos ejemplos. Si en vez de ver jugar (perdón, ver perder) a la selección de fútbol prefieres enzarzarte en la aventura de leer un buen libro, eres un friki. Si en vez de ver vídeos por Youtube prefieres comprar una tela azul celeste (o verde lechuga) para improvisar un croma en tu casa y experimentar haciendo cortos algo psicodélicos, eres un friki. Si en vez de comprarte la PSP para piratearla, te compras la Nintendo DS para emular con ella un Spectrum o un MSX, eres un friki (*). Si en vez de seguir "Yo soy Bea" (serie mala mala mala donde las haya, y por lo tanto líder de audiencia) prefieres descargarte "Heroes" en versión original, eres un friki. Si en vez de escuchar los recopilatorios de la música que hacen en "Gran Hermano" rebuscas los álbumes algún grupo indie húngaro... ahí no eres friki, directamente eres un intelectualoide gafapastista de los que dan asquito. Y aquí no me quiero meter, que son aguas turbulentas. Otro día.
Pues a aquellos que utilizáis sin cuartel la palabra friki para denominar a diestro y siniestro, dadle una oportunidad a lo que tenéis entre oreja y oreja, y pensad. Pensad en aquel Homo Erectus que, en vez de mirar al cielo esperando a que cayera un rayo para hacerse con un poco de fuego y mantenerse con vida, se ponía a entrechocar unos pedruscos sobre unas hojas para que saltaran chispas, mientras el resto de los compañeros lo miraban como al tonto del clan ("Urgh, ¿qué has comío?"). O en aquel viejo enajenado que corría empapado y desnudo calles abajo de Siracusa al grito de "¡eureka!". O en los alquimistas locos del medievo europeo y musulmán, que plantaron la semilla de la fascinante Química actual. O aquél que se quedaba encerrado horas mirando por el telescopio que él mismo hizo, días antes de que le obligaran a retractarse de sus afirmaciones astronómicas. O del maño cabezón al que se le trató de hereje por decir que su corazón bombeaba la sangre a los pulmones y de ahí al resto del cuerpo. O del guiri chungo aquel que se dedicaba a ver caer manzanas o a descomponer algo tan uniforme como la misma luz. O de aquélla que se pasaba noches enteras jugando con la radioactividad, total para que ahora todos dispongamos de tanta y tanta energía que nos permitimos desperdiciar con descarada impunidad. O de aquél o aquélla... Sus contemporáneos los habrían tratado de "frikis". Y ahora los incluimos en el club de los forjadores de la Humanidad.
Por éstas y otras razones, opino que a los que la mayoría de la gente corriente denomina "frikis" son unos insatisfechos, algunos para los que la sociedad presente en su entorno no ofrece algo satisfactorio en alguna faceta que consideran importante, si no vital en su existencia, y desean buscar más allá. Mantener la cabeza fría y el corazón caliente son condiciones necesarias, que no suficientes, para no dejar de alcanzar tus objetivos. Eso es de Perogrullo. Y lo pude ver hace un año en la plaza de Callao, el Día del Orgullo Friki: aquello era una caricatura, un amalgama de actos que daban vergüenza ajena y de los que al verlos, pensabas: "No sé hasta dónde quiero llegar, pero ya sé hasta dónde no quiero llegar".
Eliminad a todos los frikis de la historia, y preparaos para volver a pelearos con osos cavernarios. Visto lo visto y cómo nos va, es posible que deberíamos hacerlo. Quién sabe.
(*)N.d.A: No niego que esto mismo se pueda hacer con la PSP, pero la DS tiene ese aire más juguetón, más friki.

4 comentarios:

  1. Ahora cualquier pequeña cosa que haga una persona que sea diferente a la que haga el resto, se le llama friki. Pues bien, vale...aceptamos dinosourio como animal de compañía ;)

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  2. ..ya, ya... pero ¿y los pagafantas? ¿los podemos eliminar también de la historia de la humanidad sin crear peligrosos bucles espacio-temporales?

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  3. Directamente me ha encantado tu speech. Déjame que te aplauda, de verdad. Aunque todavía no me ha quedado claro cual podría ser la definición exacta de friki! Cuando tenga una buena la escribiré aquí!

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  4. Muy divertido todo esto tío, no podía irme sin decirlo, y menos con ese tío de ahí debajo señalándome con el dedo!!

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