lunes, 9 de julio de 2007

Con tan sólo un delantal... 裸エプロン

Y seguimos hablando de fetichismos, obsesiones y demás posturas que se salen de los cánones y las recomendaciones vaticanas. Uno de los fetiches más populares y recurridos en los medios audiovisuales (principalmente en el manga y el anime) es el denominado hadaka epuron (裸エプロン), que significa tener como única vestimenta un delantal.
En muchas ocasiones se ha visto al típico personajillo atraído por la compañera de clase o del trabajo imaginando que, tras casarse con ella y tener un hogar, ésta le guisaría de esta cocina. Perdón, digo le cocinaría de esta guisa. Puede pareceros algo muy machista, pero hasta hace pocos años lo más normal del mundo era que cuando se casaba, la mujer japonesa abandonaba su trabajo para convertirse en una orgullosa ama de casa dedicada a cuidar de su marido, sacrificado trabajador, y sus hijos. Éste es un valor aún predominante en la actualidad. Y lo del hadaka epuron es algo que llega bendecido por la unión matrimonial (¡ay, que me troncho!). El caso es que esta manía está rodeada de cierta inocencia, por lo entrañable de una escena familiar, acompañada de cierta picardía.
Por lo que he podido ver, junto con los rorikon ("lolita complex", sobre todo con los uniformes de colegialas gakuseifuku 学生服, y las medias fofas) y los trajes de camarera francesa (ウェイトレス, del año que viene no pasa, el meterme en una cafetería de esas donde las camareras te soplan el café caliente), el fetichismo del delantal está muy extendido en los medios. Y no sólo en manga y derivados (que es el que parece disfrutar de más licencias), sino también en televisión y en música. Por ejemplo, la cantante coreana Son Sonim (artísticamente Sonim, ソニン) hizo su debut en solitario en Japón bajo la tutela del omnipresente Tsunku (el de las Morning Musume) con el single カレーライスの女 (Kare raisu no onna, "La mujer del arroz al curry"), algo picantilla. Y en el vídeo promocional hay escenas de hadaka epuron. Vosotros mismos:




Quizá gracias al hecho de que el hadaka epuron oculta e intuye (más que muestra) las formas del cuerpo desnudo femenino, y a que digamos comulga con las costumbres más arraigadas de pareja, no está tan mal considerado como por ejemplo el rorikon. ¿A quién no le gustaría que su compañera le hiciera así una tortillita francesa (de las de comer, enfermos), recuperando fuerzas para el siguente asalto?

9 comentarios:

  1. No sabía que esta perversión tuviera origen japonés... lo que no inventen los nipones en materia perversa...

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  2. Mmmm, tampoco metería al niño en el microondas apostando por un origen japonés del fetiche... Pero allí ha alacanzado su máximo explendor, sin lugar a dudas.

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  3. ¡Sonín! Que si no se te ve el culo no cuenta.

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  4. No creo que haya mucho culo que ver...

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  5. Entiendo que esto tenga su punto en Japón, pero imagínate una folclórica con uno de estos delantales flamencos con volantes y lunares que venden en tiendas de souvenirs... vosotros diréis, pero no acabo de verle yo el picante por muchos sitios

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  6. fetichismo de delantales, y picardias seguro seguro que viene de los franceses del siglo xix, los verdaderos precursores de todas estas modas pasajeras(pajeras tambien) japonesas....lo malo es que nosotros las colocamos donde no deben, en el candelero.....morbida fascinacion por lo lejano, desidia por lo interior inacechable...zen-y-tal!
    pero genial el post, sigues perturbandonos en colores oaby!

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  7. PAsaJERAS, perTURBANDOTE... ¿¿¿qué estás haciendo, pelao???? Chico malo, malo

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  8. es "codigo japones" manoletina fonica invertida! yeeeeeeeeeeeeehaw!

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  9. Se te va, pelao, se te va. Oye! Hay que ver la forma de contactar

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