sábado, 7 de octubre de 2006

Post-viaje a Japón(V): el paraíso de los no fumadores

Japón es el paraíso de los no fumadores, esas extrañas criaturas humanas que desean respirar aire no apestado por índices de nicotina y alquitrán superiores a lo normal de un ambiente ventilado. No es usual ver una colilla en la calle, de la misma forma que es normal ver por todas partes indicaciones (de lo más variopintas) prohibiendo explícitamente tan insano vicio. Evidentemente, no se ve a nadie fumando en plena calle, o yo no fui consciente de ello. Aparte, acostumbrado ya al aire viciado de Madrid, Tokio presentaba un aire limpio para ser una metrópolis: el tráfico no es tan intenso (la bici se usa mucho). La contaminación que allí priva es lumínica.

Imaginad un lugar donde hasta en la calle está prohibido fumar. Imaginad un lugar donde, dentro de una cafetería, los fumadores conscientes de tu desagrado al inspirar esos humos infectos, te piden permiso antes de encender cualquier cigarrillo. ¡Un lugar donde se respeta al no fumador, donde los fumadores son educados! Imaginad un lugar donde hay algunos sitios (pude ver dos) en la calle donde se permite fumar. ¡Donde se permite! Yo alucinaba.
La cultura de Japón es la cultura del respeto. Un japonés se autoprohibe cualquier acción que sepa que conlleve una alteración (por mínima que sea) en los demás. Por ejemplo: verás a todo el mundo usando el móvil, pero jamás oirás ningún sonido, ni un timbre. ¿Por qué? Porque se intenta no molestar a los demás. A veces se ve a gente caminar por la calle con mascarillas, como las de los médicos. No es porque el aire esté sucio: es gente enferma (resfriada o con gripe) que no quiere contagiar, con su respiración o tos, a los otros peatones. Flípalo.
Acostumbrados a un país como España, donde la definición de libertad es "yo hago lo que me sale de mis santos cojones, y si a alguien le molesta que se joda, viva yo y la madre que me parió", un país de anarquistas y maleducados, un país donde se hace héroe al delincuente y al que infringe las normas, donde la gente se vanagloria de ser un perfecto inculto, donde es más fuerte el que más alto chilla... la visita de un celtíbero a este país de gente educada y civilizada le hace inspirar miedo y un gran sentimiento de inferioridad. ¿Qué te puedes esperar de un país donde, si pierdes una videocámara, sabes que la encontrarás en la oficina de policía más cercana o en objetos perdidos?

Japón no es sólo "Humor Amarillo". La primera reacción de un español normal (tirando a chungo) ante un japonés o ante algún acto, hecho o idea relacionada con Japón, es reírse, burlarse, despreciarlo, decir que "esos chinorris", poner los ojos oblicuos o emitir una serie de absurdos sonidos en un intento estúpido de imitar la lengua japonesa. Patético, autohumillante, irrespetuoso e intolerante. En resumen: español.

4 comentarios:

  1. Creo que somos dos mundos totalmente distintos. Una sociedad que se encubre en el respeto y esconde lo que siente, lo que piensa. Otra que dice lo primero que se le ocurre, lo que siente o quiere y sólo piensa en sí misma.

    Creo que el problema es nuestro, no sé como nos verán desde Japón, pero si sé como desde España,
    ( tampoco podría decir Europa, no conozco tanto) nos creemos los únicos, los mejores. Pero ese no es el problema, a veces creerse el mejor no está tan mal, el problema viene cuando tratamos a todo Oriente como si fuera lo mismo (chinos, japoneses, indios,...). Supongo que pensamos: "Qué más dará si están allí tan lejos". Empiezo a pensar que realmente tenemos un miedo atroz a todos, y por eso nos reímos (Nueva edición humor amarillo) de tod@ y de tod@s, porque nos creemos invencibles, nos creemos poderosos para reirnos de lo lejano...me pregunto..qué pasará dentro de unos años cuando por ejemplo China sea la primera potencia mundial, ¿nos seguiremos riendo de la misma forma? Lo dudo.

    ResponderEliminar
  2. Hola senpai!

    Veo muy bien que comentes lo educados que son los japoneses, es algo que admiro de ellos, a pesar de que llegan a tal nivel que se me hace difícil de asimilar.

    Sin embargo, tampoco hay que ponerse en el plan "España = malo". Desde mi desconocimiento, creo que aquí sabemos disfrutar más de la vida, somos menos esclavos del trabajo, tenemos más libertad, que por desgracia a veces se convierte en libertinaje. Cierto es que vemos a los japoneses como algo cómico, vemos un oriental por la calle y hay quien dice/piensa "chinito chinito". Nos reímos de lo diferente.

    En fin, lo que intento decir es que no hay que radicalizar, ni blanco ni negro, dejémoslo a rayas, o a cuadros escoceses, al gusto de cada uno :)

    Personalmente me quedo con el punto medio entre España y Japón... Afganistán. :D

    Anyway, muy interesantes estos posts sobre Japón!!


    Un saludos!!!

    ResponderEliminar
  3. estoy con adler en la idea general, pero no en el ejemplo. yo, por poner otro ejemplo (esta vez real) disfruto mucho más de la vida aquí que en barcelona, y sobre todo tengo mucha más libertad y mejores condiciones en el trabajo, a la vez que me gusta más lo que hago, y estoy aprendiendo más cosas.

    ResponderEliminar
  4. OLE TUS GÜEVOS COLEGA, YO NO LO HABRÍA DICHO MEJOR.

    ResponderEliminar