miércoles, 12 de abril de 2006

スパイダーマンだよぉ~~!

A nosotros nos valían los superhéroes de factoría yanqui: Superman, Batman, Spiderman, los cuatro fantásticos... No me parece recordarlo bien, pero creo que nunca nos hemos inventado los nuestros propios (o sí?) aparte de en los comics (Superlópez y su banda, por ejemplo). Y creo que en pocos paises desarrollados hay seres transformables o con superpoderes... excepto en Japón, claro. A saber: Ultraman, Kamen Rider, Kikaida, Rainbowman... ¿Os acordáis de Bioman? ¡Bio-espada! ¡Bio-estocada!
El argumento de cada episodio es siempre el mismo: un tío vestido como un cantante de Visual Kei o uno de los Kiss, que viene de otro planeta dispuesto a cargarse el nuestro porque es muy malo maloso, quiere a todas las nenas para él y está harto de cobrar tan poco paro. Se saca del bolsillo un mostruo con un poder raro (exhalar un potente olor a ajo, por ejemplo) hasta que llega el superjapo de turno, ven que sólo se puede resolver el asunto a base de convertirse en gigantes, meterse enmedio de una calle concurrida y darse de leches rompiendo algunos rascacielos. El momento álgido es cuando el superhéroe saca su megapoder y se lo carga. ¿Por qué no lo saca desde el principio?
Pero es que no les bastaba con el elenco de superhéroes propios. Ellos también tenían adaptaciones de los americanos: ¡Spiderman nacido en Tokyo! ¿Os imagináis a Batman comiendo paella mientras lucha con el Pingüino y Jocker a base de boinazos? Pues lo mismo que imaginarse a Spiderman luchando con monstruitos made in Japan (aka cabecitas enfermizas). No soy ningún purista, pero hay cosas que no se tocan. Y una serie tratando a Spiderman como si fuera un Payo Ranger... como que no.

2 comentarios:

  1. Bueno, lo de las series japos es tremendo, creo que no me llegué a tragar más de un episodio de ninguna de las series de ese estilo, como mucho algunos capítulos de dibujos animados en los que podían hacer parodia, pero ya ni las recuerdo. Es siempre era lo mismo, macho!!! Era como ver siempre el mismo argumento, pero cambiando los personajes malos malosos, jeje. No tenían emoción, aunque era admirable el derroche de personajes raros, a cada cual más rebuscado, que salían en ellos. Pero a Spiderman, no se toca, faltaría más!!!!

    Bueno, chavalote, cuidate mucho. Nos vemos pronto, espero, jeje. Ciao. Chan.

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  2. El verdadero atractivo de esas series era realmente saber cuál sería el nuevo monstruo y cuáles sus poderes. Todos sabíamos ya el proceso: monstruo aparece, hace algo y desaparece. Los buenos sospechan. Aparecen los esbirros del malo (que eran carne de cañón, porque solo servían para recibir, todos uniformados con una malla verde oscuro), cuando parecen que van a acabar con los peones aparece el nuevo mostruo, hace un par de cosillas tirando a los buenos al suelo, luego se hace grande, los buenos se juntan para hacerse grandes y despues de un rato de cohetes de verbena chungos, lo matan. Y luego aparece el jefe de los malos malosos, viendolo todo desde su pantalla o bola chunga conectada al Via Digital y jurando venganza. Siempre igual... yo quiero ser guionista japones de series de heroes, ese si que es un trabajo absurdo.

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