jueves, 30 de abril de 2015

Pepe quiere volver a ser Pepe

Me esforzaré por no ponerme muy trascendental, por difícil que sea.
Existía una necesidad en esto de plasmar experiencias en "Pepe, vente..." por primera vez, una inquietud despierta por ofrecer un poco de luz al abismo al que sentía que me arrojaba con un salto de fe al vacío cuando tomé ese autobús que me condujo a Madrid, sólo ida.
No era ni más ni menos que un ancla asida a las cosas que hasta aquel entonces me habían dado tanta seguridad, personas y lugares que abandonaba. Verlo con estos otros ojos, casi diez años más desgastados, se me antoja pueril. Pero de esa pequeña revolución se nutrió este espacio.
Esa necesidad sufrió en menos de dos años una notable degeneración, un ansia por ocupar, por meter paja, cualquier chorrada entraba. Pensaba que enriquecía el blog cuando lo estaba envenenando. El ancla se desenganchó, los contenidos ya no eran para mi disfrute, sino que bufoneaba con ella para el forzado deleite de unos pocos. Conocer otros blogs, aumentar visitas, incluir publicidad... Venderme.
Se me presentó el mayor reto de mi vida (hasta aquel momento) y no jugué bien mis cartas. Alguien me puso un puñal en la mano y yo maté al mensajero. Quizá fue lo mejor. Intentar volver a ponerlo en pie, cuando se había saciado el hambre, ¿para qué?
Ahora quiero recuperar este viejo espacio. La necesidad sigue ahí, pero por supuesto ha cambiado tanto de ropa y peinado que cuesta reconocerla. Hasta tuve la tentación de tirar de la cadena y mandar toda la mierda al ciberlimbo. ¿Qué más da ya? Vuelvo a hacerlo para mí, como cuando empecé. Ahí fue donde lo dejé realmente, y donde ahora le sacudo el polvo.
"Hello again, World. Pepe"

2 comentarios:

  1. Hombre Pepe, cuánto tiempo silvestre!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hey, qué velocidad la tuya! Vamos a ver qué hacemos con esto...

      Eliminar