
Ignoro la trascendencia alienígena que pueda tener los dibujos del suelo del desierto de Nazca o las formas geométricas de algunos campos de cereal, como las que inspiraron a la película "Señales" (Signs, Shyamalan, 2002), y tampoco me preocupa mucho. Pero hace unos años encontré unas imágenes de unos dibujos en unos campos de arroz nipones, y pensando que eran pintados no les di más importancia. No obstante, hoy he podido saber por esta página que se trata en realidad de distintas variedades de arroz plantadas en una disposición que, al crecer y diferenciar el color de sus hojas y tallos, van formando diferentes dibujos.
Lo que podía interpretarse como otra locura del colectivo de este país o simple aburrimiento trasladado a otra forma de arte se convierte en una atracción turística, de la que no dudo que los pueblos circundantes a estos campos se verán beneficiados. La técnica por sí no parece complicada, considerando que en los campos de arroz asiáticos acostumbran a colocar los plantones en lineas paralelas equidistantes: se asemeja a los dibujos geométricos que se hacen con flores en algunos parques y jardines de todo el mundo.
Tan sólo el concepto de enriquecer el paisaje de una forma "natural" dentro de algo tan funcional como es un cultivo dirigido al consumo es una genialidad, y los resultados espectaculares, a pesar de lo limitado de los colores que se pueden emplear, ¿no os parece?