jueves, 22 de mayo de 2008
Recordando Namba
Agujetas, ampollas y brazos rojos

El trayecto hasta Kabukichô fue sencillo. Bastaba ir yendo paralelo a la línea Yamanote hasta llegara a la estación de Shinjuku (新宿駅) y allí torcer un poco hacia alguna de las puertas que dan la entrada al reino de las tentaciones tokiota. Aparte de clubs de alterne, cabarets y zonas de putiferio variado, hay muchos restaurantes bastantes sabrosos. Aunque llegué a mediodía, la zona de noche es muchísimo más vistosa para polillas como yo, lleno de neones, luces y la música a toda pastilla de los pachinkos que hay por doquier.
Despues de comer en un yakisoba de por ahí y dar una vuelta para conocer la naturaleza de los locales, me dirigí hacia Ichigaya (市ヶ谷), recto hacia el Este desde allí, y pude ver cosas bastante curiosas, como una zona de pesca en el río Kanda 神田川 a la altura de la estación (市ヶ谷駅).
En Jimbochô (神保町) me lié mirando las librerías antiguas, con algunas publicaciones muy baratas de libros con casi cien años. Esta zona me gusta especialmente, no sólo por las liberías, sino porque es el lugar donde estuve durante una semana, hace dos años. La librerías y las tiendas de artículos de papelería y shodô (書道, caligrafía japonesa) a pié de calle le dan un encanto especial. Algo que en Madrid ya se ha perdido, con la ridícula calle Libreros. Otro día iré con más calma y pasaré el tiempo viendo libros viejos.
De dónde es Shiina Ringo? Tokio? Osaka? Pues no!

martes, 20 de mayo de 2008
Solución al post anterior
miércoles, 14 de mayo de 2008
Adivina adivinanza, el rey Nikochan

Se trata de un peluche del rey Nikochan (ニコチャン大王), un personaje de la serie. Pero también tiene una funcionalidad casera... ¿Qué es? Adivinadlo!
Aquí podéis ver la promo del DVD-Box del Dr.Slump. Es con la versión moderna (no me gusta su trazo ni el cambio de diseño en algunos personajes...), pero aparece el rey Nikochan haciendo trabajos a tiempo parcial, el pobre siempre estaba así...
martes, 13 de mayo de 2008
Cosiendo tomates en los calcetos
lunes, 12 de mayo de 2008
IMOARAIZAKA KARARICHÔ

El mes pasado solía hacer versiones de la canción "Volare", en la versión aflamencada de los Gipsy Kings, cambiando la letra para deleite de su público. Siempre con un bailecico exagerado que parece que se va a partir, el hombre.
La información sobre su carrera artística está en la Wikipedia japonesa.
El fantasma de la paloma muerta
Pues si ya de por sí resulta hermoso de día, imaginadlo de noche. El halo de misterio, el silencio roto por las hojas crujiendo, la luz de las farolas abriéndose camino entre los espacios que dejan los torii... El ver un perro enorme deambulando por un bosque oscuro y profundo (que no M, que no es un lobo!), el cadáver de una paloma (yo creo que se ha movido...), canciones infantiles para nitigar el miedo (kitazo, kitazo Arare-chan...), olores extraños (que yo no he sido!), un imbécil (servidor) simulando bichos por las espaldas de mis tres compañeras y disfrutando de sus sobresaltos o perdernos en mitad de ninguna parte (por ahí hemos subido... ¿seguro? ¿si? ¿no?)... Menos mal que Bulliver conoce el camino (y eso que casi lo pierdo... pobrecico)
El castillo de Osaka
A pesar de que no deja de ser impresionante, sigue gustándome más el Castillo de Himeji (姫路城), la "Garceta Blanca" (Shirasagijō, 白鷺城), porque mantiene todas sus construcciones originales, aparte de su belleza de un blanco inmaculado.
Una tarde por Kobe
También subimos a la Torre del puerto, desde la que se puede disfrutar de unas vistas espléndidas de toda la bahía que baña la conurbación Kobe-Osaka. Por último, nos dirigimos hacia el Barrio Chino (Nankinmachi, 南京町) muy vistoso y lleno de tiendas en las que se vendían especialidades del Catay: té oolong, bolas de carne empanada en masa de arroz (los riquísimos nikuman 肉まん o butaman 豚まん), diferentes productos...
Si pensáis a ir a Kioto o a Osaka, una tarde de relax paseando por Kobe es algo que cualquier viajero cansado agradece. Muy recomendable.
jueves, 1 de mayo de 2008
Una semanita en Osaka
Por otro lado, hay una interesante diferencia entre los osakenses y los tokiotas. Donde los capitalinos se exceden de protocolarios, estirados y estrictos, los habitantes de la segunda ciudad son más juerguistas, bebedores y comedores de competición, divertidos y desenfadados. Cuando he ido a una taberna de Osaka, me he sentido como en mi propio pais, pero en limpio. Los osakenses son como los "mediterráneos" de Japón, comparándolos con los severos tokiotas.
Durante siete días disfrutaré del gran placer que me supone estar en Osaka. Lástima que me resulte tan difícil entender su marcado acento...